miércoles, 14 de septiembre de 2011

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Los amantes insaciables
Mónica Oliva

Estudios: ¿vocación, obligación o una apuesta para ganar dinero?
Gabriela Corral

La danza de la confianza

Alejandra Pallamar

Gastón Soublette: "La humanidad dará un vuelco de conciencia"

Hernán Dinamarca

Estructura del movimiento pendular en la historia de Chile, y confrontación social

Eduardo Yentzen

Las Fraternidad se encarna en la educación pública y la ciudad mezclada

Teo Esteban Valenzuela

Un jueves de agosto

Francisca Vera Vivanco

Carta abierta al Rector Carlos Peña

Alejandro Boric Pellerano

En la secular lucha por la educación pública: lecciones de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria

Isabel Jara Hinojosa        


Colofón



Los amantes insaciables

Búsquedas en la palabra

M ó n i c a   O l i v a *


No come y casi no duerme y está loco en la aridez de la urbe, y muriendo de amor. Juan, el solitario, se encuentra en una encrucijada como nunca antes se ha encontrado en su vida. Definitivamente necesita ya mismo experimentar el sentido de la existencia, ya mismo, sin dilaciones experimentar el amor, sí el único sentido de la vida es el amor, el trillado amor, el eterno amor, el loco amor. Tiene el corazón rojo de sangre arterial y piensa que quizás vale la pena otra vez intentar fundirse en su alma y ser uno con ella. Ser la rueda humana de Platón, y caminar con cuatro brazos y cuatro piernas con ella, con su amor, y tener dos rostros en uno e ir para un lado y para el otro, y sin tener que girarse, recorrer todo el universo. Correr, volar, girar, bailar, y ser poderoso siendo uno con ella, siendo un universo completo y no una mitad, una mitad, una angustiosa mitad. Juan se dice a sí mismo, estoy
"Cansado
y solo.
Cansado
hasta el punto de que me duele el espíritu" 1
Juan, el eremita, sabe que no tiene el derecho a desfallecer, pero no puede más ser una mitad y sabe que quizás ella es capaz de comprender su soledad, la honda soledad que nadie entiende, ni él mismo. En realidad es casi seguro que ella tampoco lo va a entender y menos que menos va a entender eso de querer ser todo el tiempo y en todas partes una rueda cósmica, que gira y gira y gira a toda velocidad con cuatro brazos y cuatro piernas hasta la explosión de la conciencia en un sol rojo. Una puntada en el corazón lo tiene alterado y ulula desde el fondo del alma invitándolo no sabe adónde. No encuentra con quien compartir el dolor, a pesar que Juan sabe que el dolor no es para ser compartido, sino para ser transformado en gozo en la soledad. Pero no puede más, y le duele el alma, le duele mucho el alma, mucho y no sólo el alma sino el espíritu, y corriendo a más no poder parte por las calles de la ciudad en su búsqueda. Corre, Juan corre a toda velocidad a buscar a su amor.
"Ojala sea yo inmolado
por aquello que, en la víctima,
no ha rehuido el sacrificio" 2
Quien pudiera ser amado así dice Juan, hasta el punto en que la víctima no rehúya el sacrificio del amor. Quien pudiera amar así. Está convencido de su capacidad de entrega al sacrificio del amor, convencido de cuánto quiere entregarse a su causa, poco importa qué causa, pero sabe que busca el amor, sí el amor, el trillado amor, el eterno amor, el loco amor. Quiere que el amor fecunde su alma confundida, y sabe que nada de lo que encuentra a su alrededor lo satisface y se identifica con el vate del rock and roll que cantaba que no podía encontrar satisfacción. No, no puedo encontrar satisfacción, se dice una y otra vez. Nada, nada lo satisface y Juan nada en las aguas de su vida que se espesan y lo frenan.
Sin embargo, está otra vez corriendo como desesperado para buscarla a ella, a ella, a su amor de siempre. Pero sabe que ella no puede satisfacerlo, sabe que nada lo satisface, nada lo satisface, nada, Juan, nada a brazo partido en las aguas de la vida. Pero no, quizás se equivoca, quizás ella, quizás ella, la bella… quizás ella también lo sueña. Y entonces él aprenda a abrirle la puerta y dejarla entrar en su corazón. En este preciso instante tiene apretada la clave de su alma en sus manos para entregársela a ella. Sí, se la va a entregar.
Corre, corre Juan a buscarla a ella con la clave en la mano, a ella, tan dulce, a ella, tan hermosa, a ella, tan buena, a ella, tan mujer… Tiene la clave, la lleva bien apretada. Llega corriendo agitadamente a su casa, resuena la campana en el universo y ella lo atiende por el balcón y le pregunta: Juan, ¿a qué vienes otra vez? Vengo a amarte, amor mío. Te amo desde el fondo de mi corazón, te amo desde la cabeza a los pies, te amo. Tengo la clave. Ella lo mira, baja del balcón, le abre la puerta y le dice no, Juan, no, acuérdate que la otra vez cuando viniste y te amé con toda el alma, me abandonaste y casi muero por ti cuando desapareciste. Me juraste que ya nunca más vendrías a pedirme el sacrificio de morir de amor por ti. Yo no sé nada de sacrificios, Juan. Yo, si te amo, te amo y eso es todo. Y te amo, Juan, Dios sabe cuanto te amo, pero no te entiendo. Ahora tengo la clave, le dice Juan. No, no te entiendo, ni entiendo tu sed ni tu hambre ni tu falta ni tu angustia ni tu dolor ni tu búsqueda ni tu vacío ni tu tortura ni tu ausencia ni tu desesperación ni tus corridas ni tus insomnios ni tu utopía ni tus delirios ni tu miedo ni tu sacrificio ni el globo ni la rueda ni tu nada. No. Pero no hace falta que me entiendas, le dice Juan, pues basta que me ames, basta, y además te traje la clave. Mira, tengo la clave. No, Juan, ni tu clave, ni tu clave. Él está sediento y se ha olvidado que luego que beba de su cuerpo la va a abandonar, y sin embargo quizás no, porque ella es todo para él, todo, todo, ella es su mitad, ella lo completa y entonces le dice que la ama hasta la voluntad de no querer ser más él sino ella, hasta el sacrificio de fundirse en sus deseos de querer tenerlo siempre, hasta morir de amor por ella. Juan quiere la rueda de Platón, quiere la rueda de cuatro piernas y cuatro brazos porque la ama. Quiere correr, girar, bailar, volar, quiere la rueda que saca chispas y se ilumina con la velocidad del giro. Ella lo mira y se consume de amor por su fuego, tan potente es el fuego de Juan, su Juan, tan potente como el de nadie es el fuego de su amado Juan, y se entrega y él la mata suavemente cuando ella enloquece nuevamente por su amor. Corren y corren y giran y giran y bailan y bailan y vuelan y vuelan y brilla y brilla la rueda perfecta que destella en el sol.
Otra vez lo mismo. No es el momento. Ahora no, no ahora, Juan le dice que finalmente Dios se hizo hombre y que él quiere hacerse Dios.
"Dios se hizo hombre
en la víctima,
cuando eligió ser sacrificado" 3
No sé amarte, no puedo quedarme contigo, yo me voy, amor mío, déjame emular a Dios, le dice Juan, déjame ir, déjame sacrificarme. Y huyendo otra vez, le ruega dulcemente, pero ámame igual, sacrifícate mi amor, no rehúyas el sacrificio de sufrir de amor por mí hasta morir. Ella se muere por su amor y lo llama a los gritos cuando él la deja sola otra vez. No me abandones Juan, nunca más te voy a abrir la puerta, te voy a extirpar de mi alma, te voy a matar, voy a arrancarte de mi corazón, le grita. Ella cae y queda tendida en el piso gimiendo de amor. No amor, no rehúyas el sacrificio, ámame, muere por mí, muere por mí, le grita Juan, muere por mí que yo muero por ti, le grita Juan mientras se aleja corriendo con el trofeo de su corazón ensangrentado apretado entre sus manos y mientras resuena en su oído:
"El camino de los demás
tiene lugares de descanso
al sol,
donde se reúnen.
Pero éste es mi camino
y es ahora,
ahora cuando no tienes derecho de desfallecer" 4
Pero cuando sale de la casa de ella, de la casa de su amor, de la bella, Juan está desfalleciente. Y tiene hambre y no sabe lo que quiere, y está muriendo de inanición. Quiere amor y no lo encuentra, no lo encuentra todo el tiempo y en todas partes como él lo quiere, y comienza a correr otra vez buscando la rueda perfecta, pero es una mitad, sólo una mitad… Corre, corre, Juan corre por la ciudad desesperado pues ella no lo ama lo suficiente para morir de amor por él. Juan corre por las calles atestadas y llega a un prado a orillas del río y se tiende agotado a meditar sobre su vida, sobre su azarosa media vida, y se larga a llover y tendido en el pasto Juan se empapa y tiene frío y tiene hambre y tiembla. Se levanta y se acerca al río y sube hasta arriba del puente que lo atraviesa y ve correr las aguas y las siente menos espesas que las aguas de su vida que fluyen como un aluvión de barro, y llueve, y se siente solo y está mojado y el barro arrastra las piedras de su vida y mira el cielo gris y se apoya sobre la baranda y piensa que no es tan fácil saltar, pero que si toma impulso con decisión lo puede hacer.
El corazón de su amada flota en el río como un globo rojo que se hace cada vez más grande.
"Llora
si puedes,
llora,
pero no te lamentes.
El camino te ha elegido,
Sé agradecido" 5
Y no hace falta darse impulso y saltar a rescatar el globo rojo que flota, pues en ese instante Dios se compadece de él, de su dolor que es espejo de la limitación divina, y Juan se desmaya y cae muerto de hambre y de frío sobre la calle del puente. Ella, la bella, su amor de siempre, por siempre y para siempre, también está desmayada y tendida en el piso del umbral de su casa, muerta de amor añorando el globo rojo que flota en el río.
Un ángel rojo los lleva tras la lluvia y tras los truenos que rugen, y juntos son un rayo y otro rayo que se fecundan mutuamente, y forman la rueda poderosa que gira con cuatro piernas y cuatro brazos, y sus miembros dan vueltas como látigos, y sus dos rostros en una cabeza miran el levante y el poniente y bailan en el salón del cenit y despiertan en la noche con el sol brillante de un único globo rojo en el corazón y tienen una sacudida luminosa de amor.
Quien viera tras el umbral los rostros del amado y la amante insaciables, vería que la vida se apiadó de ellos en el momento preciso, en el instante, en el fulgor, en el destello eterno del presente que no cesa y quien pudiera oír interiormente lo que resonaba en sus almas oiría sus voces entremezcladas en la música de las esferas cantando y dirigiéndose al ángel de la muerte repitiendo sin cesar una letanía a dos voces "Ayúdame a soportar la eternidad", "Ayúdame a soportar la eternidad".
Que en paz descansen Juan y su bella amada que viven en el interior del globo rojo que flota en la corriente del río.

* Mónica Oliva, Arquitecta. MA en Ciencias Políticas. Historiadora, filósofa, teóloga, economista, escritora, etc. Da clases y conferencias. Confía en el intelecto como puente hacia el espíritu.
1 Dag Hammarsköld – Marcas en el camino – Mínima Trotta
2 Ibíd.
3 Ibíd.
4 Ibíd.
5 Ibíd.


Estudios: ¿vocación, obligación o una apuesta para ganar dinero?

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G a b r i e l a   C o r r a l *


El tema de la educación en nuestro país hoy se encuentra en el llamado "ojo del huracán". Movilizaciones, marchas, paros, tomas, manifestaciones artísticas y actos colmados de creatividad reflejan que los ideales de la juventud no están muertos como creemos desde hace tiempo, debido al bajo porcentaje de inscripciones en los registros electorales. Claramente tienen mucho que decir y muchísimo más por hacer.
No obstante, como docente y enamorada de lo que enseño, hay algo que me llama la atención y me preocupa profundamente. Creo que la realidad que me ha tocado ver en televisión o en las calles del centro de Santiago se contradice con la que vivo todos los días con los estudiantes o que tiene otras aristas que no se ven a simple vista. Las generalizaciones siempre me parecen precarias, incompletas e injustas, por eso dejo en claro que hablo de lo que veo y he visto en la vida real, MI vida real, sin pretender que mi experiencia sea la de todos o la de una mayoría, pero teniendo la certeza de que son muchos los/las colegas que tienen el mismo pensamiento y sentir.
Que los jóvenes reclamen, pidan, exijan una mejor calidad de la educación es, sin duda, algo absolutamente plausible, un hecho que nos debe enorgullecer como sociedad, como chilenos, como adultos incluso. Pero… ¿qué pasa cuando algunos jóvenes que salen a marchar o que están en muchas de nuestras universidades creando conciencia y estimulando la reflexión entre sus compañeros no entran a clases, sacan muy bajas calificaciones, no demuestran interés alguno por sus estudios? ¿No pierde acaso cierto grado de credibilidad aquello por lo cual se lucha?
No quiero en ningún caso desvirtuar el precioso y potente movimiento estudiantil que hemos presenciado este año 2011 y que florece con fuerza cada cierto tiempo. Pero no puedo dejar de cuestionar ese estado de casi permanente abulia y desidia, que es una expresión silenciosa y a escondidas, que tal vez solo se ve en las salas de clases, en los patios de universidades o en las mismas calles. Muchos de los jóvenes están dejando ver un descontento enorme en varios sentidos: familiar, religioso, ambiental, social, político, etc. Se vislumbra una desmotivación que en ocasiones adopta formas creativas y productivas, como ha ocurrido en estas manifestaciones en pro de una educación de calidad, libre e igualitaria, así como también se hace visible en forma de arte, ya sea teatro, danza, poesía, o cualquier otra.
Sin embargo, repito, no es tan difícil darse cuenta de ese estado de apatía del cual hablo. Los/as jóvenes muchas veces estudian presionados por sus familias, su entorno o la misma sociedad competitiva en la que estamos insertos. Estudian una carrera impuesta porque sus opciones verdaderas no son comprendidas ni aceptadas, otras veces estudian solo por hacer algo, para no estar en la casa, para no repetir la historia familiar, porque se espera tener más oportunidades en un futuro que les parece tan lejano y que está a la vuelta de la esquina de la vida, o bien estudian tal o cual cosa en cualquier parte solo porque ahí quedaron y es mejor no atrasarse o no perder más dinero intentándolo de nuevo.
Cada vez son más quienes quieren tener estudios universitarios pero casi como un rebaño que debe cumplir su camino. Es evidente que la educación en nuestro país es un lujo al que muchos no pueden acceder, pero también es evidente que existe una especie de conciencia colectiva de ver la universidad como la única opción para encontrar una fuente laboral o, por lo menos, una bien remunerada. Junto a esto, aparecen cada vez más universidades privadas que ofrecen múltiples carreras, cuántas de ellas creando falsas expectativas.
El punto -más allá de estas falencias y estas problemáticas sociales y/o políticas- es que estudian sin amar lo que hacen, sin sentir verdadera pasión o vocación, sin pensar tal vez que eso es lo que deberán desarrollar de una u otra manera por muchísimo tiempo en sus vidas. Me preocupa y me apena esta falta de amor de los universitarios hacia sus carreras, falta de amor por sus materias, sus lecturas, sus referentes, pero por sobre todo, por el aprendizaje. Algo que finalmente nos transforma en seres pensantes, reflexivos, racionales, con cultura, una cultura que se construye humanamente.
Que la educación necesita un cambio urgente e importante es indiscutible, y debe ser desde los primeros años. Tengo la certeza de esto. Certeza que se comprueba cada vez que uno se da cuenta del bajísimo nivel que presentan los estudiantes, la poca base escolar que tienen, lo que se evidencia, sobre todo, en el primer año de universidad. No es posible negar esto cuando uno es testigo y, por qué no decirlo, a veces cómplice, de que no leen ni les interesa, de que escriben mui, aver, la sopa está echa con agua, la puerta está hay.
Definitivamente, tenemos una educación que deja mucho, demasiado, que desear. Pero también una sociedad que no fomenta que sus niños y jóvenes se expresen, se descubran, sueñen y vivan su aprendizaje con el entusiasmo que deberían, no como un calvario sino inculcando el amor por el conocimiento, motor fundamental para surgir en la vida. Esto es algo que ya han explorado algunos y que la educación "tradicional" se ha empeñado en ignorar o desprestigiar.
Estamos inmersos en esta inercia como en un carrusel que da vueltas rápidamente y del que no podemos bajar sin caernos o, por lo menos, tambalear. Me parece un asunto no menor, como sociedad, crear conciencia de que en la vida no solo nos movemos por intereses económicos sino también por el amor y las ganas que uno deposita en cada cosa que realiza. Esa sí es una verdadera fuente creadora de éxito y bienestar.

* Gabriela Corral es Licenciada en Lengua y Literatura Hispánica, PUC, y Magíster en Literatura Hispanoamericana, Universidad de Chile. Docente y poeta.

La danza de la confianza


Movimiento, acción sico-social
e intervención artística en un país en riesgo

Búsquedas en comunidad

A l e j a n d r a   P a l l a m a r *

 
"La danza de la luz", Ángeles Nieto, serigrafía. 
Dame la mano y danzaremos;
dame la mano y me amarás.
Como una sola flor seremos,
como una flor, y nada más...

Las relaciones de confianza y de colaboración son dimensiones muy valoradas en las teorías del desarrollo social como elementos que cohesionan la acción social y comunitaria. Se las considera un capital social crucial, un recurso para el "Desarrollo Humano, porque permite potenciar las capacidades de las personas para incidir en la marcha de las cosas". Sin embargo no sólo son importantes como instrumentos sino también como un fin en sí mismas, son parte del bienestar y la felicidad subjetiva de las personas. Richard Layard en sus estudios sobre la felicidad plantea que los vínculos y relaciones entre las personas es uno de los aspectos que produce felicidad. Más específicamente, dice que la proporción de personas que considera se puede confiar en otros es uno de los factores que explica la diferencia de felicidad entre países. *
El goce, el placer de estar con otros en un contexto de confianza y gratuidad, sin fines instrumentales, sino expresivos (de ser, de compartir, de estar) son parte importante de nuestro sentido de vida y de bienestar.
En el contexto de lo anterior, quiero compartir una experiencia recientemente desarrollada en Guatemala desde el Centro de Danza e Investigación del Movimiento de la Universidad Rafael Landívar con el patrocinio de Prince Claus Fund, lo que permitió desarrollar un programa llamado Danza en Comunidad: Abriendo Espacios de Confianza.
Guatemala es un país complejo: bello, violento y diverso. Con niveles altos de criminalidad e indicadores pobres de desarrollo. Con una multiculturalidad no integrada, donde existe aún muy fuertemente la exclusión, y las secuelas de un conflicto armado considerado uno de los más violentos de América Latina, donde se reporta que más de una cuarta parte del total de la población del país fue afectada por la violencia. La violencia, expresada en homicidios, ha aumentado constantemente desde 1999 al 2008, por un conjunto de factores asociados a la pobreza, el narcotráfico y la impunidad. Los efectos de esta última han sido estudiados por Cabrera Pérez-Armiñan (2006), teniendo esta tanto implicaciones políticas como psicosociales; entre estas últimas, destacamos las siguientes:
- Destruye la confianza social.
- Vivencias de exclusión, aislamiento y resentimiento.
- Institucionalización de la mentira y la negación.
Esta evolución tiene consecuencias sociales evidentes "la situación de inseguridad imperante ha favorecido la presencia de sospecha, miedo, y falta de confianza en las relaciones sociales. Esta situación afecta las estructuras sociales y la construcción o mantenimiento del capital social productivo, así como el tejido social".
En síntesis la desconfianza es alta y la asociatividad baja. Esto se percibe fuertemente para un extranjero desde lo más evidente que es el miedo a la calle, a transitar libremente por el temor a la violencia, hasta las sutilezas de las relaciones interpersonales donde uno se acostumbra a un estilo indirecto y evasivo, a leer entre líneas por la falta de comunicación directa y clara; nadie dice no, sino "fíjese que…"; se escuchan recomendaciones tales como "no quedes mal con nadie, que acá nunca se sabe….".
A partir de esto nos planteamos realizar una experiencia donde a través de la danza y el movimiento pudiésemos promover la colaboración y la confianza a partir del goce de crear y bailar juntos una "danza en comunidad".
Nos reunimos con grupos diversos: jóvenes, mujeres, adulto mayor, colegios, colectivos de arte, en la capital y en aldeas tales como Santa María Chiquimula (Totonicapán), San Juan la Laguna, Chaquilla, San Andrés Semetabaj (Sololá) para reunirnos todos al final en el Parque Central de Guatemala el 13 de agosto de este año. Donde todos juntos bailamos la "Danza por la colaboración y la vida" como tituló el periódico Prensa Libre.
En los talleres preparatorios nuestra intención fue entregar un mensaje acerca de la importancia de la colaboración a través del movimiento. Allí trabajamos con el desarrollo de la conciencia corporal y el movimiento. A partir de esta y de la práctica de la danza recogíamos la conciencia de los participantes acerca de las habilidades que se necesitaban para realizarla: escuchar, liderar, seguir, coordinarse, alinearse en el movimiento al unísono, confiar. Recogimos también las vivencias de ellos en el proceso: alegría, energía, fuerza, unión, cansancio etc.
La coreografía fue una danza contemporánea con elementos tribales. En ella se mezclaron movimientos resolutivos y energéticos que dieran seguridad y se llevaran fuera el miedo, con movimientos más suaves y circulares donde lo que primaba era la flexibilidad y la apertura.
En esta experiencia resulta interesante la integración del proceso de trabajo con los grupos en torno a una temática psicosocial con un resultado creativo específico. Pensamos que puede ser un modelo interesante para unir promoción en el ámbito psicosocial y en la cooperación para el desarrollo con metodologías que involucren herramientas de diferentes disciplinas artísticas, que culminen en la creación de un producto cultural que genera goce, alegría.

* Alejandra Pallamar es sicóloga, Coordinadora Proyecto de Danza en Comunidad desarrollado en Guatemala por la Universidad Rafael Landívar.

Gastón Soublette: “La humanidad dará un vuelco de conciencia”

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H e r n á n   D i n a m a r c a *


 

Hace aproximadamente 15 años, cuando trabajaba en el libro "Bolero de Almas: conversaciones de Fin de siglo con Viejos Sabios"1, tuve la oportunidad de mantener un diálogo con este hombre polifacético: músico, educador y antropólogo, Gastón Soublete, quién no dudaba en afirmar que el Tao oriental es "constitucional a su persona desde que el asombro de vivir lo impulsó a entender el mundo". Hoy, ya con una década en el siglo XXI, la conversación de entonces es aún extraordinariamente vigente; es más, la emoción y convicción que ayer nos animaba y compartíamos con Soublette, que la humanidad daría un vuelco de conciencia, cada día se nota en más gestos jóvenes de la vida cotidiana. Por eso, aquí la recupero para re-vitalizar las búsquedas.
- La percepción asombrada es común a todos los niños.
- Sí, pero no permanece. Todo niño, de alguna manera, es un indígena y vive inmerso en ese sentimiento de formar parte del acontecer cósmico. Sin embargo, a poco andar, con la educación se pierde este sentimiento.
- Usted afirma que un niño y un indígena tienen espontáneamente una mirada Tao, pero que nuestra educación hace que se pierda. ¿Podría comparar ambas concepciones?
- En Europa, las tribus bárbaras que invaden al Imperio, los francos, los visigodos, salen de la selva del norte, y para ellos vivir el Tao era lo espontáneo. Era lo normal, pues esos bárbaros eran indígenas. Es decir, la Europa bárbara habría tenido muchos menos inconvenientes de aceptar el Tao que la Europa moderna. El hombre europeo moderno, con su pensamiento racional y la ciencia que deriva de él, se fue separando peligrosamente de la naturaleza. La sociedad industrial está basada, justamente, en un divorcio profundo entre el hombre y la naturaleza, con el objeto de poder explotarla. En una moral que es la manera burguesa de vivir. Una religión inspirada en la noción de cumplimiento y de mérito para la otra vida, porque ésta es un valle de lágrimas. Esa racionalidad occidental actual es la antípoda del sentimiento de armonía del hombre con el cosmos.
- El rechazo en su adolescencia a esa concepción occidental debe haber sido sinónimo de mucha rebeldía.
- Claro, y sufrimiento también. Mi rebeldía era más interior que exterior. Por fuera seguía la corriente, di el bachillerato e ingresé a la Escuela de Derecho. Pero era tan a contrapelo estudiar Derecho que terminó produciéndome una neurosis depresiva, una neurosis de rebeldía, así que dejé los estudios y no me recibí.
- Eso en los años 40.
-Antes incluso. La rebeldía se manifiesta en que uno busca sabiduría en los artistas, en individuos extraños, en el mendigo, en el indígena, en quienes le puedan dar noticias distintas a las del mundo en que uno vive.
-En el siglo VI antes de Cristo, aproximadamente, en Grecia, en Medio Oriente, en China, en India, en América, surgen concepciones de mundo plasmadas en textos originarios que incorporan el cambio, el fluir. ¿A qué atribuye esta curiosa y fascinante sincronicidad entre culturas tan distantes?
- Fue un gran momento de la humanidad. Coinciden los grandes profetas de Israel, Pitágoras y Heráclito en Grecia, Buda en la India, Lao Tse en China. El siglo VI es como una puerta a un mundo que en el largo plazo se va a constituir como distinto al mundo que le precedió. Por ejemplo, en China el Imperio Antiguo duró hasta el siglo III a.C. Con las enseñanzas de Confucio se constituye el Imperio Clásico, que duró dos mil años. Entre ambos es la diferencia que hay entre la humanidad arcaica y la civilizada. El Imperio Antiguo es, en gran medida, indígena. El Imperio del cual viene Confucio tiene más de indígena que de civilizado. Hay ciudades, pero la sociedad todavía vive en un indigenismo superior: era un Imperio poblado por etnias. En cambio, la civilización vive en el Derecho, en la moral, en el pensamiento organizador de la vida, en las ideologías, en la ciencia. Eso se inicia en ese siglo en que vive Pitágoras y Heráclito, Buda, Confucio, y es la gran puerta por la cual se abre paso esta concepción civilizada de la vida que vendría después. Estos faros aparecen para advertirle a la humanidad del paso que va a dar. Para dar ese paso reformulan la sabiduría originaria que viene desde la noche de los tiempos. ¿Quién es Confucio en el fondo? Es un codificador de la sabiduría anterior. Confucio dice: «yo no creo nada, yo transmito». Lao Tse decía lo mismo. Pitágoras se podría considerar también como un resumidor de toda la sabiduría que viene desde la mitología griega. Los profetas reformulan lo esencial de la ley de Moisés a su pueblo.
- Es paradójico, porque ellos abren una civilización que posteriormente niega la sabiduría antigua.
- Claro. Es la gran advertencia, porque la humanidad va a dar un paso muy importante en los siglos siguientes; un paso que dura hasta ahora. Entonces, la humanidad arcaica, con su sabiduría original, a través de estos portavoces, le advierte a la futura humanidad civilizada los tremendos peligros del paso que va a dar. Por ejemplo, Confucio, siendo un hombre de la autoridad, de la moral, tiene claro el tremendo peligro que tienen los hombres civilizados de embarcarse en la empresa titánica, por la cual se rompe el equilibrio dialéctico del mundo, en que el principio paterno arrasa con el principio materno y la dulzura y la suavidad sucumben ante la fuerza, la organización, el poder, la riqueza y la opulencia. Confucio le advierte al pueblo chino, en el I Ching sobre todo, de los peligros de la empresa titánica. La sociedad industrial es una empresa titánica, sin el paliativo espiritual que es el lado materno de la vida.
- No pocos occidentales son críticos del Tao. Les es difícil comprender el «no obrar» de la concepción Tao, ese dejar fluir del Todo. Lo critican porque ese no obrar y dejar fluir ocultaría una invitación a la no responsabilidad de la acción humana.
- Es una crítica infundada y surge de no entender lo que es el no obrar. Si trato de definir el no obrar es muy posible que lleguemos a equívocos imposibles de superar. Pero si doy ejemplos es fácil de comprender. En política, ¿qué sería el no obrar en el Chile del siglo XX? Que los gobernantes, antes de embarcarse en el modelo de civilización industrial, hubieran observado quiénes somos y qué necesitamos. Entonces, el no obrar hubiese sido saber cuál es el valor de nuestra cultura y qué nos define como comunidad humana. Eso sería el no obrar: pensar primero en lo que nos da la vida y sobre eso construir. Pero no pensar que porque los franceses, los ingleses, los norteamericanos han descubierto algunas cosas, ésas a nosotros nos hacen falta y traerlas para acá e imponerlas por decreto, cualquiera sean las consecuencias. Con ese ejemplo, se entiende que el no obrar es un dejar fluir en el sentido de que las fuerzas de la vida han creado una comunidad, le han dado una cultura a nuestro pueblo, con una sabiduría de origen europeo e indígena que la viene elaborando a través de los siglos.
- Entonces, el no obrar sería un obrar con sabiduría.
- Exactamente. Un obrar pero en consideración a lo que nos es dado desde la vida, para no interferirla. La mejor definición de no obrar es no interferir. No obrar no significa un no hacer. El obrar puede ser un hacer, pero un hacer conforme al sentido del mundo, a cómo fluye la vida. Atendiendo a eso, digo que los gobernantes chilenos del siglo XX han carecido de sabiduría: han llevado a que el pueblo pierda su virtud, justamente porque se le ha impuesto un modelo que por ser proclamado por las naciones más poderosas y más ricas se considera de por sí como bueno.
- Cuando dice que el no obrar sería el no interferir, me cuesta comprenderlo. Toda la aventura humana, desde que empezamos a trabajar, a utilizar el lenguaje y a ser conscientes, ha sido una gran interferencia -qué otra cosa si no es la cultura- entre la humanidad y la naturaleza. La acción humana es gestar la cultura, es un obrar que, a la vez, interfiere en la humanidad misma y en la naturaleza.
- La cultura no tiene por qué interferir. La cultura tiene que ser un trasunto del sentido del mundo. El sentido del mundo el hombre primitivo lo capta en el acontecer cósmico, y la cultura que él formula tiene que estar en armonía con el sentido del mundo. Si la cultura no está en armonía con el sentido del mundo, esa cultura es destructiva.
- Que es lo que ocurre hoy.
- Claro. El Emperador chino antiguo hacía regularmente un viaje que duraba un año por todas las regiones del Imperio. En ese viaje conversaba con todos los ancianos sabios de cada pueblo y así conocía a su pueblo. El Emperador aprendía más de ese viaje que lo que aprendía el pueblo del Emperador. Los letrados que iban con él recogían la tradición popular. Esta se acumulaba en la biblioteca del palacio imperial. De la sabiduría popular salió el I Ching, salió el Libro de los versos. Entonces, para crear una cultura que no interfiera con la sabiduría del pueblo, los Emperadores antiguos estaban preocupados de saber quiénes son los chinos y no imponer por decreto desde el palacio imperial una sabiduría cualquiera.
- No es fácil conciliar la tradición del Tao oriental con la tradición bíblica occidental, y usted es taoísta y cristiano. Digo que no es fácil, pues hay una tensión entre el cristianismo (al menos en su variante católica, cuya moral es abstractamente normativa, es un decálogo moral que hay que cumplir) versus un Tao cuya moral enfatiza en la experiencia, en la transformación interior del ser humano y en el posible devenir hacia su perfección. Son actitudes distintas. ¿Cómo las concilia en su interioridad?
- Si soy cristiano es porque creo en Jesucristo. Hay que conocer a Jesucristo para saber qué es el cristianismo. ¿Es Jesucristo un ser normativo? Eso es lo único que interesa.
- La Iglesia ha sido profundamente normativa, si no represiva, durante dos mil años.
- Pero observemos a Cristo. ¿Es un hombre normativo? No. El es un hombre de sabiduría y amor. Por ejemplo, un joven rico le pregunta: "Maestro, ¿qué debo hacer de bueno para alcanzar la vida eterna?" Jesús responde con una pregunta: "¿Por qué me preguntas sobre lo bueno, Uno sólo es El Bueno". ¿Qué quiso decir Jesús? Que no hay nada que sea bueno independientemente de Dios, la fuente de la vida. Entonces, Jesús responde de una manera no normativa como primera actitud. El lo remite, hablando en términos chinos, al Tao primero. Si tú estás en contacto con Dios, eres bueno, pero no es la práctica de mandamientos lo que te va a hacer bueno. Esa es la esencia de su respuesta.
- Pero aceptemos que la Iglesia es normativa.
- Todas las iglesias son normativas. Para que una iglesia se mantenga con vitalidad debe equilibrarse entre lo normativo, que es inevitable por el desarrollo de la cultura, y la fuente de vitalidad espiritual que viene de los fundadores. Estos no han sido normativos. Lo normativo viene después. Jesús incluso trata de superar la normativa de la ley de Moisés. La libertad de los hijos de Dios era una expresión que se usaba en la primitiva Iglesia. Es escandalosa esa afirmación para quien tiene una mentalidad normativa. Entonces, hay muchos paralelos entre Jesús y Lao Tse. Entre otras cosas, Jesús usa la experiencia de la naturaleza para sus ejemplos, lo que es esencialmente taoísta. Los saca del grano de mostaza, del grano de trigo, de la gallina y los pollos, del viento, de las estaciones del año, del sol y la luna. Jesús era un hombre itinerante, más veces durmió a la intemperie que bajo techo, vivía en contacto con los pájaros, el aire, la luna y las estrellas. Ahora es difícil ver a ese Jesús por todo el aparataje teológico que surgió después.
- Muchos pensadores ven en la Iglesia a una de las instituciones que da el sustento conceptual para la posterior explotación irracional de la naturaleza que hace el ser humano. El monoteísmo expresado en una figura divina que no está en la naturaleza sino que está fuera, es el que impulsa a la humanidad a enseñorearse de todas las cosas por Dios creadas.
- No fue ése el sentimiento original. La nueva teología de la creación, una de las avanzadas del cristianismo actual, enfatiza mucho el texto del Génesis en que el inventario de la creación es una gran familia. Cada vez que Dios crea uno de los reinos, en el texto dice: «Y vio Dios que era bueno». La creación es una gran familia, es un todo inseparable. Así lo concibió el hebreo antiguo. Hay que distinguir también entre el hebreo antiguo y el hebreo posterior que es preceptual.
- Erich Fromm escribió un libro bellísimo: "Y seréis como dioses». En él sugiere que con la emergencia en el Oriente Medio de los monoteísmos antiguos se abre la posibilidad en la historia humana del devenir de la concepción de mundo occidental posterior. Esos monoteísmos abren la concepción de mundo que concibe a la humanidad-yo confrontada a la naturaleza-ello, yo versus ello. Ahí surgiría un Dios como espíritu más allá de la naturaleza y una humanidad como favorita de ese Dios. Y ahí surgiría una humanidad que es el espejo de Dios en la tierra y cuyo camino humano es «seréis como dioses". Así, tras esa nueva sensibilidad, el hombre se separa de la naturaleza al abandonar ese yo-humanidad y tú-naturaleza que era propio de la sensibilidad originaria del animismo y el politeísmo panteísta precedentes, en los que naturaleza y humanidad vivían animadas en una interpenetración vital.
- No he leído el libro de Fromm. Sin embargo, hay un monoteísmo chino, el taoísmo, en el que la palabra Tao se usa de dos maneras: por un lado, el sentido del mundo que se capta en el sentido del acontecer; y por otro, es el principio del cual deriva todo, es decir, connota a Dios. No creo que sea la formulación de un Dios único necesariamente la raíz de la separación del hombre del Todo. Eso viene de Grecia. Heráclito es el último indígena de la sociedad griega y Parménides es el primer civilizado. Parménides separa en forma tajante al sujeto y al objeto. El pensamiento griego a partir de ahí separó al hombre de la naturaleza. El hombre es un sujeto que observa a la naturaleza-objeto y que puede interferir en ella. El sentido ya no es, a la manera indígena, preexistente al hombre, sino que el sentido es lo que el hombre le quiera dar a las cosas.
- En este siglo, a partir de los años sesenta, cuyo símbolo más sugerente fue el viaje de los Beatles a la India, la racionalidad occidental de Descartes va a buscar el orientalismo de Tao y Buda, iniciándose una síntesis nueva entre ambas sensibilidades. De ahí surgen las neorreligiones en occidente, las psicologías transpersonales, el desarrollo personal, en fin. ¿A qué circunstancia histórica atribuye este acercamiento?
- Ocurre para llenar un vacío nuestro tremendo. Las religiones occidentales en el siglo XX pasan por una tremenda crisis. En la forma como están administradas no responden a las inquietudes espirituales del hombre contemporáneo. Esas inquietudes ahora se centran en el concepto de realización personal y acceso a un ámbito superior de la conciencia. Las iglesias no han sabido dar una respuesta a esa gran inquietud. En cambio, el Tao, Confucio, la Vedhanta hindú, el budismo Zen, dan una respuesta. Ahora, esas religiones occidentales en su tesoro originario tienen también una respuesta a esa inquietud. El problema ha sido su administración en el siglo XX y antes. Por ejemplo, en Chile todo el revuelo que se armó en su momento en torno a la canonización de Sor Teresa de Los Andes. Si investigamos cómo llegó a ser quien fue, la respuesta es que ella consultó a dos grandes maestros de espiritualidad cristiana, Juan de la Cruz y Teresa de Avila. Pero, ¿qué se ha dicho sobre eso? Nada. Ni lo han dicho ni al pueblo le interesa por qué la canonizaron. Basta con tener un santo más para que haga su milagrito.
- Y el valor moral real que sí se destacó fue el de una niña que se autorreprimió en su vida emocional, en su vida sexual, y en tal carácter es el modelo de nuestra Iglesia para las hermosas jóvenes chilenas.
- Fue funesta la manera de enfrentar ese hecho. Era la gran oportunidad de mostrar que en el cristianismo está la respuesta a la inquietud, pero no se le dio cauce.
- Usted fue director artístico de Canal 13 entre 1969 y 1973.
- Un pecado de juventud.
- Es cierto, no lo imagino como hombre de televisión. ¿Cuál es su opinión sobre el medio de comunicación?
- Es el agente más poderoso para la destrucción de la cultura chilena.
- Bueno, ésa ha sido la gestión de la industria televisión, pero no el hecho tecnológico que permite comunicar audiovisualmente a distancia.
- En Chile esa comunicación no ha tenido valores. El televisor en la casa no está ahí para oír noticias solamente, está ahí para reemplazar la realidad, para evadirse de ella. Ya sea en Suecia, en Francia o en Chile, la televisión reemplaza a la realidad.
- Es complicado, porque la televisión como hecho tecnológico no va a desaparecer.
- Vamos a tener que convertir la enfermedad en remedio.
- ¿Cómo?
- Tal vez nuevos programas con otros valores y advertir sobre los peligros de la televisión.
- En su libro «Mensajes Secretos del Cine», hace hablar con un mensaje bíblico profundo a películas tan distintas como «El gran dictador», de Chaplin, «Encuentros Cercanos del Tercer Tipo», de Steven Spielberg y la «Odisea en el Espacio», de Stanley Kubrick. ¿Cuáles son los mensajes secretos de origen bíblico en autores de cine tan disímiles?
- No son tan disímiles. Los tres tienen en común que son judíos militantes y eso lo proyectan en su quehacer. Discretamente militantes, en el caso de Chaplin y Kubrick. En cambio, a Spielberg, en el Times de New York, le preguntaron: «¿Cuál es la fuente de su gigantesca imaginería?» El ritual jasídico de la Sinagoga, respondió abiertamente. Ahora, en «El gran dictador», Chaplin sugiere detrás de la figura del barbero judío las características del mesías. Por eso al final de la película el barbero judío sustituye al dictador Hinkel y da un mensaje de paz a la humanidad entera. Ese mensaje fue aplaudido por todos, incluido el Estado Mayor de Hinkel. ¿Por qué afirmo que en ese momento él se revela como el mesías? Porque el título del mesías para los judíos es príncipe de paz. En la película, el barbero le habla por el micrófono a Anna, su amada: «Anna, ¿me estás escuchando? Levanta la vista, que viene una gran luz». Entonces ella mira hacia la derecha del cuadro que corresponde al punto cardinal oriente y justamente de ahí viene una gran luz. Jesús dijo en uno de los pasajes del Evangelio: "el día de la manifestación del mesías será como el relámpago que estalle en Oriente y se vea en Occidente". A su vez, en "2001: Odisea del Espacio", de Kubrick, el mensaje bíblico está en esa tabla que en el principio del film aparece de manera inesperada a los antropoides. Una tabla que les cambia la vida y que simbolizaría el despuntar del pensamiento en los antropoides. Eso dijo Kubrick a la prensa. El antropoide que la toca es el que descubre el instrumento y ahí empieza la tecnología. Pero, en otro plano de significación, ¿por qué esa tabla aparece con un gran coro que llena los espacios interestelares, y con el texto Lux Eterna? Entonces, es la revelación de la ley de Moisés la que subyace en esa imagen.
- En el libro "La estrella de Chile" estudió la simbología indígena, la cruz del kultrún mapuche, y la simbología republicana, la estrella de la bandera chilena.
- La cruz compuesta del kultrún es una cosmovisión completa. Es la gran síntesis de toda la sabiduría mapuche. Ahí está la estructura del cosmos, el panteón de los dioses, el ciclo cósmico, y los mapuches se miran en ese símbolo como los judíos en la estrella de Israel. Respecto del símbolo republicano, después de medir y estudiar las proporciones de la bandera de la estrella solitaria (en el único ejemplar que había en el Museo Histórico, después robado por un comando revolucionario y que nunca se ha devuelto... ¿existirá aún?), llegué a la conclusión de que fue hecha conforme a la proporción áurea o mística de la geometría pitagórica. La estrella misma, llamada el pentágono de Pitágoras, es el símbolo del hombre arquetípico. O’Higgins utilizó este símbolo para indicar qué es lo que se espera del hombre chileno. La estrella tiene una punta hacia arriba y cuatro hacia abajo. El cuatro es el símbolo de la tierra y el uno es el símbolo del espíritu. Entonces, la estrella con la punta hacia arriba indica que el espíritu preside el mundo material; y si invierto la estrella, es satánica. El mundo material ahoga la luz del espíritu: ése es el simbolismo que tenía para ellos en esa época. Claro que ahora aún usamos la bandera y su estrella en todas partes y nadie se pregunta acerca de su significado.
- A Gastón Soublette no le gustan los tecnócratas. Los tecnócratas son los hombres símbolos de una decadencia de época -según usted- y dirigen el mundo sobre la base de valores utilitarios e involucrándonos a todos en una deshumanización. ¿Cómo se hacen los tecnócratas?
- Para arribar a la mentalidad tecnocrática hubo un largo proceso de decadencia espiritual de la humanidad. La civilización europeo americana ha ido perdiendo sus bases éticas y espirituales. Grandes principios como el conocimiento de sí mismo, la autocrítica, el respeto y el amor al prójimo, la prudencia, la mesura, todo eso se acaba y se sustituye por lo que Confucio llama la empresa titánica: es decir, no hay límite para la ambición. Y el vacío que genera la ausencia de la noción de sentido en que vivían nuestros ancestros, genera una desesperación expresada en el megaproyecto constructivista y económico.
- ¿Los tecnócratas serían los adalides de ese proyecto?
- Exactamente. Los tecnócratas pueden ser en su vida privada hombres morales y buenos amigos, esposos y padres, pero a la vez realizan una acción depredadora en el mundo. De hecho, he conocido a muchos tecnócratas que son supersimpáticos, incluso tienen en su biblioteca libros que contradicen completamente su acción en el mundo.
- ¿Qué líderes chilenos serían modelos de tecnócratas?
- Por lo general, los jefes de estado en Chile son tecnócratas. Por ejemplo, el actual presidente Frei en su discurso se expresa la mentalidad tecnocrática. El es muy entusiasta al formular un megaproyecto de país que adolece de serios vacíos acerca de lo que son las regiones. Sólo un ejemplo. El inauguró dos termoeléctricas de 400 megawatts en la zona de Quillota. ¿Se preguntó qué ha sido Quillota durante 200 años? No. Y Quillota es un lugar de alta producción agrícola de excelente calidad, las mejores paltas y chirimoyas de Chile se producen ahí, en La Cruz. Y dos termoeléctricas se instalan ahí. ¿Para qué? ¿Para convivir con la agricultura? Imposible. Cada termoeléctrica despide al aire 5 toneladas diarias de monóxido de nitrógeno que generan otras tantas de ozono. Entonces, que sepan los quillotanos en qué se meten. Es para que muera la agricultura a diez años plazo. Da pena que el Gobierno haga eso y lo acompañe con un discurso promisor.
- El hombre de Pudahuel y el de Parinacota quieren ese progreso y esa modernización que trae bienes materiales o tecnología nueva, sin reflexionar sobre sus eventuales dañinas consecuencias.
- Una ley de psicología de masas descubierta por los chinos en la antigüedad dice que quienes están a la cabeza de la comunidad transmitirán a ésta su estructura de pensamiento.
- Habla mal de la gente esa concepción.
- Existe el pueblo y la masa. Chile dejó de ser un pueblo. Cuando un pueblo está en posesión de su cultura se puede decir que es un pueblo; cuando se pierde su cultura, se puede hablar sólo de masa.
- Por lo que dice, es muy pesimista acerca del futuro.
- Respecto al futuro del actual macrosistema, sí. Pero soy optimista respecto al futuro del hombre.
- Acláreme esa diferencia.
- Al llegar al estado de decadencia en que ahora estamos, se genera necesariamente una situación dialéctica. Mientras más se agudiza la decadencia con la mentalidad tecnocrática, más también se fortalece la gente que no quiere lucrar, que quiere ser sabia, que no quiere explotar a nadie, que no quiere mentirse a sí misma ni a nadie, que no quiere traumatizar a sus hijos, que quiere la armonía.
- ¿Y a esa gente la ve hoy en Chile?
- Por supuesto. Pero esa gente no tiene ningún poder todavía. En el mundo entero existen, son los cuadros de la humanidad futura que ya están formados. Esa es mi esperanza. Soy pesimista respecto al sistema. Este va a morir y va a caer produciendo un tremendo daño a la humanidad, porque estas cosas no se derrumban suavemente. El Imperio Romano, cuando se vino abajo, dejó el gran desastre en Europa. Este sistema de tecnócratas se va a derrumbar causando un tremendo daño a la vida, pero no la va a lograr suprimir. Los cuadros de la humanidad futura existen. Son lo que la doctora Lola Hoffman llamaba «la cifra crítica». La cifra crítica son las personas que aspiran a convertirse realmente en verdaderos hombres.
- El concepto de cifra crítica es una de las pocas miradas a la humanidad que nos hace ser optimistas ante el futuro. ¿Por qué no lo explica?
- Así es. La especie humana está formada por individuos. Pero si se penetra en las profundidades de la conciencia, hay un límite en que se deja de ser individuo y uno es también un colectivo. Es el inconsciente colectivo de la especie. Usted y yo, y todos, somos individuos que hacemos nuestra vida independiente, pero estamos enganchados en una base común y hay vasos comunicantes, aunque no lo sepamos. Cuando un porcentaje de gente, que entre ellos ni siquiera se conocen, da un vuelco de conciencia, entonces por la vía del inconsciente colectivo ese cambio opera también como cambio cultural en la sociedad en la cual ellos viven. Al llegar ese vuelco de conciencia a un porcentaje del 15 por ciento de los individuos, de ahí en adelante se dispara el fenómeno y el efecto multiplicador empieza a cubrir completamente el mundo. Es lo que pasó en la Antigua Roma. Según la doctora Lola Hoffman y muchos más, la cifra crítica hoy se habría logrado y el efecto multiplicador comenzó. El modelo está perdido, no tiene salvación posible. Todavía está armado en concreto, apernado con pernos de acero, pero le queda poco.
- Hay un ejemplo clásico en la vida natural que comprueba y grafica el concepto de cifra o masa crítica.
- Sí, el de los monos.
- ¿Cómo es?
- Alguien pidió autorización para hacer una experiencia en una isla solitaria en un archipiélago de Japón donde vive un tipo de monos. A esos monos les gusta mucho el camote. Quien hacía la experiencia llevó camotes cocidos, sin cáscara, y los ensució con arena y se los dejó a los monos. Estos se acercaron y vieron que no se podían comer el camote porque estaba lleno de arena. Entonces comenzaron a limpiarlo hasta que una mona joven se acercó a un riachuelo que daba a la playa y lavó el camote. Otros monos la vieron hacer eso y la imitaron. Esa familia de monos se demoró, digamos, 24 horas en darse cuenta cómo se pueden lavar esos camotes. De ahí, él investigó a otra familia de monos que estaba en otra región de la isla y puso también los camotes con arena. También aquí otros monos descubrieron cómo lavarlos, pero el tiempo que demoraron no fue 24 sino que 20 horas. Después, en otra isla hizo lo mismo con otra familia de monos. Estos aprendieron en 12 horas. Y en otra isla lo hicieron en 5 horas. Bueno, ¿qué dedujo el investigador? Que vasos comunicantes internos de esa especie facilitan el aprendizaje. Lo mismo ocurriría en el sistema celular del hombre y de la especie. En los misterios de la conciencia estamos conectados, a pesar de que los individuos parecemos islas.
- Bello ejemplo. ¿En qué nota usted que la cifra crítica estaría operando en la humanidad actual?
- Los jóvenes comprenden este lenguaje y captan la profundidad de la decadencia. En mis alumnos, entre quienes se han dado cuenta, noto los cambios de vida en ellos. Es cierto, algunos siguen igual. Pero no pocos están en una revisión de su vida, tienen un deseo de rectificar, sobre todo las relaciones humanas, abuenarse con sus padres y hermanos. Y esto ocurre dentro y fuera de las iglesias. Estamos ante un fenómeno más amplio que las iglesias y las ideologías.


 * www.hernandinamarca.cl
1 El libro "Bolero de Almas" fue publicado por LOM ediciones en 1996. Se trata de 25 conversaciones con igual número de destacados viejos-sabios chilenos acerca de su experiencia vital en el siglo XX y como imaginaban el siglo XXI.

Estructura pendular de la historia de Chile: conflicto social y conflicto armado

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E d u a r d o   Y e n t z e n *


 
Móvil de Alexander Calder.


Introducción
Mi motivación por el tema de la confrontación violenta en Chile proviene de haber vivido la dictadura, y de anhelar que esos hechos que vivimos no ocurran ‘nunca más’. Pero para ese propósito existen dos grandes miradas: una que se centra en una memoria de las violaciones a los derechos humanos en dictadura, que es principalmente impulsada por el sector que sufrió la represión; y la otra del sector que estuvo a favor del golpe, y que asigna una causalidad al gobierno de la Unidad Popular y a la ideología marxista. En definitiva, los nunca más son vistos desde los dos polos. Mi intento es de encontrar un enfoque que busque un acuerdo permanente entre los dos polos.
Durante el 2006 escribí el libro "Hacia una Democracia Creativa" (Editorial Universidad Bolivariana, Marzo 2007). En su capítulo 3, uno de los títulos era "Boceto de los conflictos en la historia de Chile", que recogía mi sorpresa al reconocer una impresionante frecuencia de conflictos. Resumo a continuación un cuadro, que puede aún tener algunas lagunas.
 
Calendario de conflictos armados

-1810-1818: Guerra de independencia contra España
-1820-1823: Campaña para la liberación del Perú.
-1825-1826: Expulsión de los españoles que controlaban Chiloé.
-1829-1830: Guerra civil por alzamiento de José Joaquín Prieto
-1837-1839: Guerra contra la Confederación perú-boliviana.
-1851: Alzamiento del sector liberal
-1859: Segundo intento de alzamiento armado de los liberales
-1861: Ocupación de la Araucanía.
-1864: Guerra contra España.
-1879-1883: Guerra del Pacífico contra Perú y Bolivia
-1880: ‘Pacificación’ de la araucanía.
-1891: Guerra civil contra el presidente Balmaceda.
-1907: Huelga de los obreros del salitre aplastada por el ejército.
-1924: Junta de gobierno disuelve el congreso nacional
-1925: Golpe de estado genera el regreso de Arturo Alessandri
-1927: Golpe de estado lleva a Carlos Ibáñez al poder
-1931: Rebelión de la marina de guerra
-1932: Golpe de estado de militares con ideas de izquierda.
-1938: Movilización para generar golpe de estado por parte de grupos nazis.
-1939: Ariostazo, golpe de Estado contra Aguirre Cerda que fracasa
-1948: Ley de "Defensa de la democracia" que reprimió y exilió al PC.
-1972: El Tanquetazo en contra del gobierno de Allende
-1973: Golpe Militar

Escribí en ese mismo capítulo: "Es tan recurrente que no sería extraño que hacia el bicentenario o muy luego después estuviéramos de nuevo en una confrontación...".
Entre ese libro y el momento actual, seguí profundizando los tramos en que la historia de Chile es normalmente dividida, haciéndoseme evidente un patrón de movimiento pendular; pero de manera más impresionante, encontrando una pauta muy regular de alternancia de los grupos en el poder.
Hoy es 9 de agosto de 2011, y los chilenos somos testigos de cómo se ha ido dando un incremento en la efervescencia confrontacional, tan sólo que –de la lectura del gráfico pendular y su interpretación- en este momento estamos en la forma de protesta social, y no de violencia armada. Ésta vendría –de repetirse el ciclo habitual- en el próximo movimiento del péndulo.
Este libro presenta un gráfico de interpretación de la historia de Chile desde la idea de una recurrencia pendular, respaldada en el tercer capítulo con un boceto de los hechos históricos o ‘historias de la historia’, y un capítulo principal -el segundo en el orden del libro- en que entrego propuestas conducentes a la intencionalidad del ‘nunca más’.

Interpretación del movimiento pendular y propuestas para el ‘nunca más’

A través del gráfico podemos reconocer la pauta pendular. El punto cero es 1810, momento en que se crea el espacio ‘Chile’ como proyecto de identidad autónoma. Ello genera que, simultáneo a la confrontación contra España, se abra la confrontación interna.
A lo largo de los 200 años de historia independiente, la pauta muestra que la historia del país nunca ha avanzado en la dirección de una de las propuestas ideológicas o político-filosóficas más que por un tiempo breve, para volcarse luego en la dirección contraria.
En el gráfico he puesto a la derecha del eje los proyectos que han buscado mayores libertades y equidades –con sus distintos nombres: liberalismo, federalismo, democracia, progresismo, socialismo, comunismo, radicalismo; y en la izquierda del eje las fuerzas de conservación del orden y los privilegios: republicanos, conservadores, oligarcas, pelucones, estanqueros, derechistas, neoliberales, etc.
Al observar la pauta, vemos cómo las dos orientaciones se reparten tiempos más o menos equivalentes de la historia independiente de Chile, de un modo análogo a como también se reparten los votos en la mayoría de las elecciones presidenciales.

Movimiento pendular, confrontación social y acción armada

Ahora bien, este movimiento pendular tiene momentos en que el cambio de dirección ha sido a través de una acción armada significativa. Coincidentemente ello ha ocurrido cuando el péndulo pasa desde el sector del cambio libertador e igualitario hacia el sector de la conservación de privilegios.
En cambio, cuando se pasa del sector de conservación de privilegios al de cambio igualitario, esto ocurre normalmente a partir de la protesta social que va expresando a una mayoría, que se levanta contra el abuso del sector de conservación, lo que culmina finalmente en un cambio a través del voto.
Dentro de esta predominancia, ocurren excepciones.
-La primera es la única ocasión en que las ramas de las FFAA se dividieron, y generaron la Guerra Civil de 1891.
-Luego están las excepciones del paso sin violencia desde el sector del cambio libertador al sector de la conservación de privilegios, en los casos de Ibáñez a Alessandri y de Bachelet a Piñera. También son excepciones los alzamientos armados de los liberales en 1851 y 1861.
-Tercera excepción es un tipo de acción armada de carácter cupular, que no consigue un cambio pendular de un sector al otro. Entre ellos están los golpes entre los dos gobiernos de Arturo Alessandri, el Tacnazo y el Tanquetazo, el intento de golpe del nacional socialismo, los golpes de José Miguel Carrera, acciones de Manuel Rodríguez, y la acción del MIR.


Interpretación para los cinco escenarios: dos ‘normales’ y tres ‘de excepción’
1. Paso pendular del sector de cambio igualitario al sector de conservación de privilegios, vía acción armada ¿Por qué ocurre esto? Al radicalizarse la dirección hacia el cambio, los conservadores ven amenazados sus privilegios y su mundo, y se disponen a defenderlo por cualquier medio. Al reconocer que ya no lo pueden detener por la vía de la convicción y por tanto de los votos, se permiten ocupar la fuerza armada.
Esta es el tipo de acción más amenazante para la convivencia nacional, la que genera más abuso y sufrimiento, la que más despierta la intención del ‘nunca más’. Por ello es central intentar descubrir cómo neutralizar esta acción. Parte central del intento de neutralización consistirá en comprender qué viabiliza que el sector de conservación de privilegios obtenga la adhesión de las FFAA.
2. Paso pendular del sector de conservación de privilegios al sector de cambio igualitario con protesta social y voto, y sin acción armada
Cuando los conservadores del privilegio han recuperado el poder por la fuerza, lo ejercen temporalmente sin contrapeso, y se ven por ello tentados a extremar las desigualdades y sus privilegios. Entonces, a pesar del miedo, al tiempo comienza a estallar la protesta social, y el sector conservador ocupa una fuerza de represión de la protesta.
Pero la masificación de la protesta va empujando a un retorno del péndulo, hasta que finalmente –por votación- vuelve a pasar al sector del cambio, y comienzan a generarse leyes y políticas tendientes a la equidad.
Con el paso del tiempo, el péndulo en esta dirección tiende a radicalizarse, reapareciendo las condiciones para la intervención armada desde el sector de la conservación de privilegios.
3. Acciones armadas cupulares
Ellas ocurren en un contexto que posibilita la acción cupular, y tiene por finalidad a veces radicaliza el proceso, y otras contener la radicalización.
4. Cambio con violencia en contexto de fuerzas equivalentes.
Un episodio singular es la Guerra Civil de 1891, en que se dividen las ramas de las FFAA, con el ejército apoyando al presidente Balmaceda y la Armada apoyando a la oligarquía fincada en el Congreso. Es difícil establecer si este contexto es más o menos pavoroso que el de la represión masiva a los partidos políticos durante la dictadura de Pinochet. Ambos son los episodios de violencia nacional más extremos. Y si sumamos a él el periodo de la lucha por la independencia, aunque sea en otro contexto, tendríamos que ellos se dan con una regularidad de cada 80 años casi exactos: 1814 – 1891 – 1973.
5. Paso pendular del sector de cambio al sector de conservación sin acción armada
También es de gran interés descubrir que permite que este paso, que normalmente es violento, haya ocurrido en un par de ocasiones sin violencia.
En el paso hacia el sector conservador de privilegios, desde Bachelet a Piñera, se podría pensar que fue sin uso de la violencia armada porque el grado en que el péndulo había oscilado hacia el cambio era muy moderado. En ese contexto, la amenaza para el sector conservador era mínima o inexistente. Incluso se señalaba que al poder económico le convenía que el modelo económico lo administrara la Concertación. Así, la frustración de los adherentes del cambio ante la ausencia de mayores cambios, llevó a un sector marginal a cambiar su voto, dando el triunfo a Piñera. Me interesa resaltar que el paso del péndulo del sector del cambio al sector conservador se realizó sin violencia desde la hipótesis de que el grado del cambio es de baja radicalidad.
Para el caso del cambio sin violencia de Ibáñez a Jorge Alessandri se produce algo diferente pero finalmente similar. Ibáñez a mitad de su periodo inicia un movimiento pendular de vuelta hacia el campo de conservación –cuando decide asesorarse por la Comisión Klein Sacks-, y eso determina que el cambio hacia la conservación continúe en su inercia para darle el triunfo a Alessandri. No se estaba entonces ante una radicalización hacia el cambio que se necesitara contener. Fue el mismo Ibáñez quien tuvo que enfrentar el conflicto social debido a su giro en dirección a los intereses del privilegio. Esto es parecido al giro hacia el sector de los privilegios que tuvo González Videla, y que lo planteo en el contexto de cambios con violencia por la acción masiva de represión y exilio al Partido Comunista.
Además, ocurre de manera análoga en los casos de Jorge Alessandri y de Sebastián Piñera que se ‘devuelve’ la administración de un modelo económico de beneficio de las élites, ‘a sus verdaderos dueños’. Esto da coherencia a la protesta social, confundida e inhibida cuando el modelo de privilegios lo administra el sector político que postula el cambio igualitario.

El momento actual
El momento actual, del gobierno de Piñera, donde el péndulo está en el sector de la conservación de privilegios, y si observamos la pauta estructural de movimiento pendular, cabría suponer que el movimiento de vuelta hacia el sector el cambio será sin sólo con la violencia represiva institucional hacia la protesta social pero sin violencia armada.
Es en el próximo momento de la pauta estructural pendular, cuando estemos de nuevo en el sector del cambio, cuando, de haber radicalización en esta dirección, estaríamos en el escenario de la reacción armada del sector de conservación de privilegios.

Desestimación del triunfo armado como solución final
Frente a esta estructura tan sostenida y regular del movimiento pendular, cabría pensar que está operando una ley tan inapelable como las estaciones del año.
Dentro de esta ley, ¿qué intentar hacer para que la confrontación violenta no se produzca, y con ello evitar la enorme destrucción de bienes, la obstrucción al funcionamiento normal de la sociedad, y lo absolutamente principal, salvar todas las vidas que no se inmolarían en vano?
Si el hecho histórico es que el sector conservador reacciona con la fuerza de las armas ante la radicalización de la fuerza del cambio, cosa que ocurre una y otra vez a lo largo de nuestra historia independiente, y si además son exitosos, entonces surgen dos alternativas posibles:
La primera es la que se ha aplicado históricamente casi siempre: reunir una fuerza de las armas para lograr el triunfo militar del sector del cambio. Las consecuencias de dolor y destrucción de éstas son por todos conocidas, y representan el mayor sufrimiento para el sector propulsor del cambio libertario e igualitario.
Pero todo esto parecería justificarse si el resultado fuera el bien permanente del sector liberado. Pero ¿qué nos dice la historia? Nos muestra el movimiento pendular: a la revolución francesa sigue el terror y luego el Imperio; y a los socialismos reales sigue un abuso de poder que termina con el derrocamiento o autodisolución de estos proyectos.
Si vemos en Chile como una y otra vez el gráfico pendular, saber que cada vez que se ha radicalizado el cambio, al tiempo voy a tener una reacción conservadora por la vía de las armas, y el péndulo va a pasar al lado conservador, por un tiempo prolongado, y con un ejercicio del poder durante un tramo prolongado del tipo más abusivo e insensible, dado el control absoluto del poder. Entonces nos podríamos preguntar ¿Tiene sentido? ¿Es responsable hacerlo? ¿O es más sano autolimitar el grado de cambio e intentar mantenerlo gradual y constante en el tiempo?
En definitiva, si establecemos que la historia no avanza linealmente, ni siquiera en espiral, hacia estadios mejores, sino que se mueve pendularmente, entonces tenemos que desechar la ilusión del triunfo armado como portador del bien final.
A esto se añade nuestra conciencia actual de que los ‘cambios materiales’ no traen el bien final para la humanidad, y sabemos además que ellos amenazan la sustentabilidad del planeta.

Propuesta para el ‘nunca más’ a partir de una cultura de la fraternidad
Si el camino anterior lo aceptáramos como inconducente, podemos intentar algo que es de enorme dificultad, pero que en mi opinión es algo que no está necesariamente condenado a fracasar. Se trataría de crear una cultura nacional de fraternidad dentro de la cual impulsar cambios graduales pero sostenidos.
Es un hecho que tras en la democracia posterior a la intervención militar de la dictadura de Pinochet, se ha mantenido una inequidad abusiva, y un enriquecimiento ofensivo. Es cierto que la Concertación actuó desde el trauma original que sus dirigentes vivieron, y que también en un cierto grado se acomodaron a los beneficios de ser una élite en un sistema de enriquecimiento de élites. Pero si esto diera paso –tras Piñera- a un movimiento pendular de radicalización, la recurrencia del movimiento pendular nos llevaría directo a una repetición del ciclo, con un nuevo golpe de estado o una guerra civil.
Si buscáramos neutralizar esto con y nos movemos hacia la creación de una fuerza de fraternidad, de carácter ético-social, que busque un cambio hacia la equidad de tipo gradual, con vigilancia y poder ciudadano; pero poniendo una atención realista al punto en que el sector conservador de privilegios no tolera más cambios, y al mismo tiempo cuidando que no se den las condiciones que favorezcan que el poder institucional armado adhiera a favor del sector de los privilegios, podríamos lograr un cambio gradual sostenido hacia la equidad. Esta línea estratégica exigiría una arte en la conducción política.
Porque una fraternidad nacional que a su vez promueva cambios graduales profundos y sostenidos, requiere de una fuerza que a la vez no se inhiba de contener a los sectores propios que se radicalicen. (Algo equivalente a lo que los estudiantes hicieron respecto de los violentistas en las marchas). Requiere construir un movimiento cultural que recupere la mística solidaria, que se resista al consumismo, que respete las diversidades, que administre las diferencias, que sea fuerte en el cumplimiento de las exigencias, que combine creatividad y orden, expansividad y eficiencia, libertad y respeto a la autoridad.
Existen una enormidad de acciones posibles para avanzar en equidad dentro del contexto de una democracia estabilizada, pero se requiere de una fuerza no-violenta superior a las fuerzas violentistas, y una ética que contenga la tendencia a acomodarse y beneficiarse de los privilegios. Más responsabilidad y más firmeza.
La presión ciudadana es de gran valor para generar equilibrios más equitativos y menos abusivos. La ciudadanía puede constituirse en un poder de supervisión para el cumplimiento de los compromisos, para atenuar la inequidad y el abuso. Para templar a las dirigencias políticas del cambio gradual y sostenido.
Dentro de la propuesta cultural fraterna, es necesario comprender que debemos dejar de poner el eje del bienestar humano en el consumismo. Es una realidad tan obvia que la felicidad de la gente -en términos generales- pasa de manera mucho más importante por otros espacios que por los del crecimiento económico, una vez salvaguardadas las condiciones básicas de vida material. Este pensamiento no es para que se saboree la derecha y se oponga a la equidad, pero es un dato real sobre qué contribuye más y menos a la felicidad del ser humano.
Necesitamos entonces generar cambios reales hacia la mayor equidad y el menor abuso, pero a la vez necesitamos avanzar en los modos de gestionar el vivir en sociedad de una manera fraternal. Necesitamos una forma de regular la convivencia de las diferencias, partiendo por el respeto recíproco, y nuetralizando toda explosión del conflicto. Y dentro de ese marco, ser pacientemente firmes y constantes en los cambios en favor de una convivencia más equitativa y armoniosa.
Para impulsar tal movimiento cultural de fraternidad, necesitamos convencernos plenamente de que la historia no avanza a través de las confrontaciones. Ese es un tremendo mito. La línea del mejoramiento de las condiciones materiales y morales de una sociedad se producen a pesar de las confrontaciones y no gracias a ellas. Y aunque sea más difícil de ver y aceptar, a pesar de la competencia y no gracias a ella. El avance real ocurre por acumulación de energías nacionales aplicadas a proyectos de desarrollo o de bien común, en tanto que las confrontaciones y la competencia sólo dilapidan energía, además de generar dolor humano.
Digamos ‘nunca más’ a la confrontación, ‘nunca más’ a la destrucción, sí a la construcción fraterna, con cambios reales y profundos hacia la equidad y la armonía.


* Eduardo Yentzen, Docente de Desarrollo Personal.